Como ya es conocido, el Puente transbordador Vizcaya, que desde 1893 resolvía el transporte de personas y vehículos entre Portugalete y Las Arenas, en la ria de Bilbao, fue dinamitado en junio de 1937. Así como la reconstrucción de los puentes de Bilbao, sobre todo los cuatro fijos, se abordó con carácter inmediato como una actuación de emergencia, la de otros puentes se acometió con menos urgencia. Esto sucedió con la reconstrucción del Puente Vizcaya, de propiedad privada, que no comenzaría a prestar servicio de nuevo hasta el 19 de junio de 1941. En ese año, cuando ya las obras estaban avanzadas, la revista FOTOS publicó en su número del 8 de febrero un reportaje de dos páginas firmado por Victor de Miguel que por su interés se reproduce a continuación en su integridad.

Cabecera de la portada del semanario gráfico Fotos de fecha 8 de febrero de 1941. / Colección Joaquín Cárcamo.

Cabecera de la portada del semanario gráfico Fotos de fecha 8 de febrero de 1941. / Colección Joaquín Cárcamo.

Ya se ha escrito en este blog con anterioridad sobre el tratamiento sesgado que algunos medios de comunicación han dado a los datos biográficos de uno de los artífices del puente, el arquitecto Alberto de Palacio Elisagüe (también, aunque en menor medida ha sucedido con el ingeniero francés Ferdinand Arnodin), una visión bastante cuestionable en lo que se refiere a algunos aspectos de su biografía. En este artículo de Victor de Miguel, envueltos en el exaltado lenguaje literario propio de los primeros años de la dictadura, nos podemos encontrar con algunos de estos hechos controvertidos:

  • Se escribe mal el primer apellido del arquitecto, un error no infrecuente, lo que en ocasiones ha llevado a confundirle con Antonio Palacios Ramilo, importante arquitecto de quién este año se conmemora el 150 aniversario de su nacimiento.
  • Se afirma que Alberto de Palacio era ingeniero, lo cual no es cierto, ya que únicamente tuvo la titulación de arquitecto.
  • Se dice por ejemplo que la denominación del puente fue en sus inicios «Puente Palacios» algo de lo que no existe constancia fuera de ciertos ámbitos interesados y algunas publicaciones concretas. Con posterioridad pasó a denominarse «Puente Vizcaya».
  • Se consideran atribuibles al Puente transbordador Vizcaya las estrofas de la cancioncilla popular que en realidad estuvieron dedicadas al primer puente colgante de San Francisco de Bilbao
  • Se asegura que Alberto de Palacio se trasladó a París para entrevistarse con el ingeniero Gustave Eiffel y que consiguió por 50.000 pts. un informe favorable al proyecto del puente transbordador, una afirmación repetida una y otra vez, no documentada y muy poco verosimil, una vez conocida la relación mantenida entre de Palacio y Ferdinand Arnodin desde la patente inicial y los primeros proyectos y conocida también la mediación posterior del notable ingeniero francés Brüll.

El artículo está escrito menos de dos años después de la muerte de Alberto de Palacio, ocurrida en Las Arenas el 11 de mayo de 1939 (en este mes de mayo se han cumplido 85 años del fallecimiento del arquitecto) y cuyos restos se encuentran enterrados en un sencillo panteón en Portugalete).

No deja de sorprender, por otra parte, que en el artículo no se mencione en ningún momento a los ingenieros y técnicos que proyectaron y dirigieron las obras de reconstrucción, especialmente al ingeniero de caminos, canales y puertos José Juan-Aracil Segura.

El firmante del artículo, Victor de Miguel y Suarez de Peñalva fue uno de los periodistas de la primera redacción de El Diario Vasco, periódico donostiarra creado en 1934. Pertenecía al Sindicato Nacional de Prensa y Propaganda, Sección de Vizcaya, que tenía su sede en la Delegación Comarcal de los Sindicatos, en Bidebarrieta 3 de Bilbao y fue jefe de Propaganda y Prensa de la Hermandad o Delegación de Ex-Cautivos de Vizcaya, organismo que empezó a funcionar en enero de 1941.

El nuevo transbordador sobre la ría bilbaína

Reportaje de Víctor de Miguel

«Próximamente volverá a cruzar la ría bilbaína el famoso Transbordador». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

«Próximamente volverá a cruzar la ría bilbaína el famoso Transbordador». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

En la Gaceta de Madrid del día 29 de Febrero de 1890, y refrendado por el excelentísimo señor don Cristóbal Colón y de la Cerda, duque de Veragua, como titular del departamento ministerial de Fomento, se publicó un Real Decreto por el cual se aprobaba «el proyecto de un puente colgante con vehículo movible para el cruce de la ría de Bilbao entre Portugalete y Las Arenas de Guecho, presentado por el ingeniero don Alberto de Palacios».

«Así fue, durante casi medio siglo, el Puente de Vizcaya, verdadero alarde de ingeniería en la época en que fue proyectado y construido». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

«Así fue, durante casi medio siglo, el Puente de Vizcaya, verdadero alarde de ingeniería en la época en que fue proyectado y construido». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

Así nació oficialmente el que, una vez construido, se tituló «Puente Palacios», cambiando después su de­nominación por la de Puen­te de Vizcaya al quedar constituida la Sociedad ex­plotadora del mismo, aun cuando fue más conocido con el nombre de «el Transbordador», con que fue bautizado por inventiva popular, la misma que en su inspiración poética le dedi­có las tan conocidas estrofas que jamás serán olvidadas por los bilbaínos:

No hay en el mundo

puente colgante

más elegante

que el de Bilbao, etc.

«Una vista del famoso Transbordador, orgullo de Bilbao, que unía Portugalete con Las Arenas (Fot. Ar.)». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

«Una vista del famoso Transbordador, orgullo de Bilbao, que unía Portugalete con Las Arenas (Fot. Ar.)». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

No fue, sin embargo, cosa fácil para el autor del proyecto la realización de su genial iniciativa, pues cuando al pretender llevarla a la práctica se trató de la constitución del capital para ello preciso, fueron más los desconfiados que los decididos, y dicen las crónicas de la época que habiéndole exigido algunos ca­pitalistas solicitados la garantía de un informe técni­co que lo avalara, se trasladó a París el señor Palacios, al objeto de obtenerlo del ingeniero Alejandro Gusta­vo Eiffel, de fama mundial por aquellos días, como autor de la más destacada atracción de la Exposición Internacional de París de 1889, la férrea Torre Eiffel, que impertérrita, y como garantía de su solidez constructiva, aun sigue siendo testigo de los acontecimien­tos parisinos y típica representación de la capital de Francia. Según las referencias que poseemos, el ingeniero francés otorgó su aprobación categórica al proyecto del señor Palacios, y por su informe aseguran que cobró Mr. Eiffel la cantidad de 50.000 francos.

«El antiguo Transbordador Portugalete-Las Arenas destruido por los rojos. El nuevo funcionará muy pronto». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

«El antiguo Transbordador Portugalete-Las Arenas destruido por los rojos. El nuevo funcionará muy pronto». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

Con tal dictamen, el dinero bilbaíno dejó de mos­trarse reacio, y dieron principio las obras, que, terminadas, fueron oficialmente recibidas el día 27 de Ju­lio de 1893, fecha en la cual comenzó a prestar servicio el puente, figurando poco des­pués como concesionaria para su ex­plotación la S. A. Puente de Vizcaya.

*   *

Cuarenta y cuatro años más tarde, el 19 de Junio de 1937, las hordas rojoseparatistas, que cobardemente huían ante el impulso arrollador de las tro­pas nacionales, prosiguieron sus alar­des destructores, y al igual que ha­bían hecho con los demás puentes que atravesaban el río Nervión, volaron también el famoso Transbordador, or­gullo de Bilbao y verdadero alarde de ingeniería en la época en que fue proyectado y construido.

*   *

La reconstrucción nacional, que tan maravillosamente realiza la inmensa obra de ofrecernos magníficas creacio­nes que sustituyen con ventaja cuan­tas hizo desaparecer el vandalismo marxista, hará también que en plazo breve surja de nuevo con toda su esbelta elegancia el Trans­bordador bilbaíno; pero con nuevas y prácticas ca­racterísticas que le harán inmensamente más aprove­chable en la misión para que fué concebido.

«Al iniciarse estos trabajos, cuya terminación está ya próxima, los bilbaínos vieron renacer algo muy suyo». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

«Al iniciarse estos trabajos, cuya terminación está ya próxima, los bilbaínos vieron renacer algo muy suyo». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

Entre las dos torres de 65 metros de altura, ya está tendido el nuevo tablero, que constituye el puente propiamente dicho de 160 metros de luz, y que, a 45 metros sobre el nivel máximo de las aguas, sirve de soporte a la vía sobre la que corre el carro del que cuelga la barquilla transbordadora para vehículos y peatones.

La parte más interesante de la reconstrucción del Puente de Vizcaya ha sido la instalación de dicho tablero, por haberse tenido que hacer en pleno invierno, cara al mar libre, entre galernas y borrascas, teniendo que trabajar los obreros en unas condiciones que aun cuando con las máximas garantías de seguridad, siempre fueron extraordinariamente peligrosas, como puede verse por las fotografías que acompañan al pre­sente reportaje. Dichos obreros pueden competir en su especialización trabajadora con los de los neoyor­quinos rascacielos, que tantas veces han sido el asom­bro de los públicos de cines.

«Al pie de la obra, cuyos perfiles empiezan a cobrar ya su carácter definitivo, son preparados los ensamblajes de la viga (Fot. Elorza)». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

«Al pie de la obra, cuyos perfiles empiezan a cobrar ya su carácter definitivo, son preparados los ensamblajes de la viga (Fot. Elorza)». En la foto, un equipo de roblonado formado por roblonador y sufridor colocan un roblón / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

El coste aproximado de las obras de reconstrucción del Puente de Vizcaya ascenderá tan sólo a 1.500.000 pesetas aproximadamente, ya que no ha sido preciso realizar en las torres más que trabajos de acoplamien­to, pues, milagrosamente, fueron respetadas por la enorme carga de dinamita que los rojos emplearon en este alarde de sus salvajes instintos.

El nuevo puente tiene las siguientes diferencias con el primitivo: la viga es mucho más resistente, pudiendo, por tanto, soportar mayores cargas. La capacidad de la barquilla es mayor, capaz para transportar en cada viaje cuatro vehículos, en vez de dos, como hacía anteriormente, siendo las dimensiones modernas 8 por 12 metros en vez de 6 por 8 antiguos, quedando aho­ra para carruajes un andén central de 4,20 metros en vez de 2,60 de antes, y las partes late­rales destinadas al público irán ahora cubiertas y confortablemente  instaladas.

«Rápidamente avanza la viga de hierro impulsada por la pericia y seguridad de estos obreros ejemplares que trabajan en la construcción del nuevo puente». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

«Rápidamente avanza la viga de hierro impulsada por la pericia y seguridad de estos obreros ejemplares que trabajan en la construcción del nuevo puente». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

El mecanismo de transporte será ahora mucho más rápido que el anti­guo, con lo que se emplea mucho menos tiempo en el traslado de una a otra orilla, y los mandos estarán instalados en la barquilla en vez de serlo en tierra como antiguamente. Igualmente será modernizado el ascensor que existía en una de las torres, y que, además de servir para realizar reparaciones, engrases, etc., es utilizado por los turistas para poder contemplar desde lo alto del puente la maravillosa vista que ofrece la ría bilbaína con sus instalaciones siderúrgicas de universal renombre.

«Estos obreros no son norteamericanos que trabajan en un «rascacielos», si no trabajadores bilbaínos que trabajan en la construcción del nuevo puente (Foto. Miret)». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

«Estos obreros no son norteamericanos que trabajan en un «rascacielos», si no trabajadores bilbaínos que trabajan en la construcción del nuevo puente (Foto. Miret)». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

Para fines del próximo mes de Marzo se calcula que podrá ser puesto nueva­mente en servicio el famoso Transbor­dador; pero la fatalidad no ha permi­tido presenciar tal acontecimiento al autor del proyecto, don Alberto de Palacios Elisagüe, que, rindiendo tributo a la vida, falleció recientemente, el día 11 de Mayo de 1939, en su casa de Las Arenas, a los ochenta y cinco años de edad, después de haber sufrido cruenta persecución roja en Madrid por su acendrado catolicismo, en los trágicos días de la tenebrosa dominación marxista, de la que se salvó hallando refugio en una Emba­jada extranjera.

VÍCTOR DE MIGUEL

«Fue destruido por los rojos y su actual reconstrucción lo Perfecciona y mejora». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

«Fue destruido por los rojos y su actual reconstrucción lo Perfecciona y mejora». / Semanario gráfico Fotos de 8/02/1941. Colección Joaquín Cárcamo.

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ARCHIVO: Entradas anteriores sobre Alberto de Palacio y el Puente Vizcaya.

Alberto de Palacio y Elissague en ABC ¿la primera hagiografía (2)

El puente Vizcaya (1893-2023) ha cumplido 130 años

Alberto de Palacio y Elissague en ABC ¿la primera hagiografía?

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