El ingeniero y empresario francés François Hennebique (1842-1921) está considerado como uno de los introductores del hormigón armado. Su actividad se desarrolló inicialmente en Francia, donde comenzó a aplicar su patente en la última década del siglo XIX. Pero pronto su gran instinto comercial le llevó a organizar una amplia red de concesionarios que se expandió por Europa y otras regiones del mundo.

François Hennebique / Musée d’Orsay, París

En España también se construyeron numerosas obras de hormigón armado con la patente de Hennebique a partir de los últimos años del siglo XIX. Concesionarios como Miguel Salaverría en San Sebastián o el ingeniero de caminos, canales y puertos José Eugenio Ribera en Madrid contribuyeron a la difusión de la nueva técnica. Ribera pronto dejó la casa Hennebique, creando una patente propia, pero su labor la continuaron otros ingenieros, como Ramón Grotta, responsable del proyecto y construcción de la Fábrica de Harinas La Ceres en Bilbao, primer edificio de hormigón armado construido en España, entre 1899 y 1900, o Gabriél Rebollo, autor poco después del primer puente importante construido con la nueva técnica en España, el del tranvía en La Peña, también en Bilbao. Rebollo sucediò a Grotta al frente de la oficina en Madrid tras la temprana muerte de este.

Estribo tipo de la patente Hennebique

Estribo tipo de la patente Hennebique. Dibujo

Antes de continuar, aclaremos para un lector ajeno al mundo de la construcción que un estribo, además de las acepciones que el diccionario de la RAE le otorga es, en las obras de hormigón armado, un cerco o anillo, con la forma del elemento a construir -en general una viga o un pilar- que tiene dos misiones principales, una constructiva, sirviendo de elemento que mantiene en su posición las barras principales del elemento, y otra estructural. En general, en las formas rectangulares más frecuentes, se realizan cercos completos con sus cuatro lados ya que esto hoy es lo más económico y eficiente, pero en algunos casos podría suprimirse la barra horizontal superior sin que ello suponga un problema en ninguna de sus dos funciones. Esto último es lo que solía hacer Hennebique, como veremos a continuación.

Armadura de una viga (izquierda) y estribo (derecha)

Armadura de una viga o de un pilar con estribos (izquierda) y estribo (derecha)

Una de las características distintivas de la patente Hennebique eran los estribos que utilizaba. Se trataba de pletinas plegadas con la forma adecuada para recoger las barras principales y armar la viga. Estas pletinas, en forma de U, sin cerrar por su parte superior, solían tener un ancho de 20 mm y un espesor de 1,5 mm; en ocasiones alcanzaban los 30 mm y los 2 mm. Cuando hoy vemos una obra de hormigón armado construida en los primeros años de la aplicación de la nueva técnica no es dificil, si nos fijamos con atención, poder alcanzar a ver los estribos, puesto que cuando falta un mantenimiento adecuado, la penetración del agua y la consiguiente oxidación propician el desprendimiento de las capas de recubrimiento dejando a la vista los estribos y parte de las barras principales. De este modo, y dadas las especiales características de los estribos Hennebique, podemos identificarlos y con ello dar fe de la autoría de la estructura.

Parte de un estribo Hennebique desprendido de un puente en España / Colección Joaquín Cárcamo.

Parte de un estribo Hennebique desprendido de un puente construido con la patente en España / Colección Joaquín Cárcamo.

Hace unos años, recorriendo España tras las huellas de algunos puentes construidos con la patente Hennebique me topé con algunos, desgraciadamente ya sin uso y en estado de abandono, de los cuales se habían desprendido pequeños trozos de algunos de los estribos como el que se muestra en la fotografía, en este caso de 30 mm de ancho. En Bilbao ha llegado hasta nuestros días la fábrica de harinas La Ceres, situada en el Muelle de la Merced frente a la ría, cuyo estructura proyectó el ingeniero Grotta, como ya hemos dicho según el proyecto del hijo del propietario, el arquitecto Federico Ugalde. Esta fábrica, que pude identificar y redescubrir hace años tras una larga investigación, fue declarada en 1998 Bien Cultural por el Gobierno Vasco. Pocos años después fue rehabilitada para un nuevo uso residencial por lo que, evidentemente, se conserva aún hoy la estructura original y con ella sus estribos.

Plano de armado de vigas de la fábrica de harinas La Ceres, 1900 / Revista de Obras Públicas

Plano de armado de vigas de la fábrica de harinas La Ceres / Revista de Obras Públicas, 1901

Fabrica de harinas La Ceres en construcción, 1900 / Archivo Hennebique, Instituto Francés de Arquitectura.

Fabrica de harinas La Ceres en construcción, 1899-1900 / Fondo: Bétons armés Hennebique (BAH) : bureau technique central. Proyecto BAH-25-1899-09171. Documento: 3-E-017. Centre d’archives d’architecture contemporaine. París.

La fábrica de Harinas La Ceres, de Bilbao / Foto: Revista Le Béton Armé, 1900. Colección Joaquín Cárcamo.

La fábrica de Harinas La Ceres de Bilbao en construcción en 1900 / Foto: revista Le Béton Armé, 1900. Colección Joaquín Cárcamo.

La fábrica de harinas La Ceres de Bilbao, hoy reconvertida en viviendas / Foto: Joaquín Cárcamo, 2010

Al poco tiempo de levantarse La Ceres, la agrupación de otros industriales harineros dió lugar al nacimiento de la empresa Harino Panadera en 1902. Esta empresa se ubicó en las instalaciones que en 1901 había construido la Compañía Bilbaína de Molinería y Panificación del empresario Juan José de Irala en los terrenos de Vista Alegre, al sur de Bilbao (en la zona en la que hoy se encuentra la plaza de toros) una ubicación privilegiada, junto a las estaciones de los ferrocarriles de mercancías de las líneas Bilbao-Santander y Bilbao-Portugalete. Las instalaciones tuvieron que ser ampliadas para satisfacer las necesidades de la nueva gran empresa. Los edificios fundacionales fueron construidos con estructura de hormigón armado, con la patente Hennebique. Junto a la fábrica, Juan José de Irala construyó, entre 1908 y 1918, un barrio de viviendas obreras y casas adosadas de dos y tres alturas, Iralabarri; una verdadera colonia industrial con sus edificios de servicios que hoy aún se mantiene presente integrada en la trama urbana.

En la última década del siglo pasado la empresa entró en crisis y entre 1999 y 2000 la fábrica fue derribada. La demolición fue extraordinariamente documentada por la artista Marisa González. De todo el complejo fabril harinero-panadero se conservó la fábrica de harinas fundacional, que en 2005 fue declarada por el Gobierno Vasco Bien Cultural con la categoría de Monumento. En febrero de 2009 el histórico inmueble, con solo la mitad de su maquinaria, se reinauguraba como nueva sede del Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao. Hoy, lamentablemente, una cesión de gran parte de las instalaciones a Osakidetza ha desvirtuado las intenciones iniciales del legislador.

En los años posteriores a las demoliciones, tal y como se puede percibir en la fotografía, era claramente perceptible la presencia de los armados Hennebique en la estructura del edificio preservado de la fábrica Harino Panadera.

Fábrica Harino Panadera, en Bilbao. Vista parcial de una medianera del edificio preservado, tras las demoliciones / Foto: Joaquín Cárcamo, 2012

La Fábrica Harino Panadera de Bilbao tras su rehabilitación / Foto: Joaquín Cárcamo, 2021

Como ya he comentado, las estructuras de hormigón armado de Hennebique se difundieron en gran parte del mundo y hoy se aparecen a la vista del viajero incluso en los lugares más insospechados. Como en la ciudadela de Blaye, en Aquitania, magnífica fortificación del arquitecto militar François Ferry, con el diseño de Vauban, levantada para la defensa de Burdeos en el siglo XVII. Los puentes que salvan los grandes fosos, formados por arcadas -o pilas- de sillería de piedra, faltos ya de sus tramos levadizos, se completan con tableros de hormigón armado que dejan asomar descarnadamente sus vísceras expuestas a la interperie. Como se aprecia en las fotografías, con estribos Hennebique, sin que en este caso tenga datos que pueda proporcionar al lector sobre la autoría y datación de las estructuras.

Ciudadela de Blaye, Francia, de Vauban. Puentes de acceso sobre el foso / Foto: Joaquín Cárcamo, 2023.

Ciudadela de Blaye, Francia, de Vauban. Puente de acceso con estructura de hormigón armado patente Hennebique / Foto: Joaquín Cárcamo, 2023.

Ciudadela de Blaye, Francia, de Vauban. Puente de acceso con estructura de hormigón armado patente Hennebique / Foto: Joaquín Cárcamo, 2023.

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