En la entrada anterior expuse los argumentos generales esgrimidos por Arnodin para preconizar la instalación de puentes transbordadores en los pasos portuarios que no admitían por razones geográficas, urbanísticas o económicas otro tipo de soluciones. En  la segunda parte del folleto que titula genéricamente “Pont a transbordeur” el ingeniero y constructor francés comienza realizando una afirmación clara sobre la autoría conjunta de la patente”: “Es el resultado de los estudios combinados de los Sres. de Palacio y Arnodin, a los que el Sr. Brüll, expresidente de la Société des Ingénieurs civils de France, ha tenido la amabilidad de prestar su ayuda experta para verificar las condiciones de estabilidad.” Una afirmación que realizará de nuevo más adelante y sobre la que tendremos que volver, en el objetivo marcado de arrojar luz acerca de todo lo escrito sobre el puente y la paternidad del mismo a lo largo de los ciento treinta y seis años transcurridos desde que a finales del año 1887 se realizase la presentación simultánea de la patente.

El sistema, según Arnodin, se fundamenta en dos premisas: la navegación sin obstáculos es prioritaria y el tránsito entre orillas debe ser simple y no tener dificultades añadidas.

Alzado y planta del puente transbordador tipo propuesto por Arnodin. / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo.

Alzado y planta del puente transbordador tipo propuesto por Arnodin. / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo.

En principio, estima que cualquier tipo de puente podría servir para la instalación del transbordador, aunque de inmediato se apresta a destacar las ventajas de los puentes colgantes, su especialidad. Así, subraya que con ellos no es difícil salvar grandes luces, que su construcción puede realizarse sin necesidad de cimbras o andamiajes que dificulten la navegación, que resultan económicos y además, ofrecen escasa resistencia al viento. Por último, pone el foco en el aspecto estético, su “elegancia natural”.

Antes de pasar a describir las características principales del puente propuesto, Arnodin remarca que su empresa ha conseguido evolucionar la construcción de puentes colgantes mediante la introducción de perfeccionamientos tales como la rigidización de la viga y la adopción del principio de amovilidad. Estos avances técnicos, de los que hablaré en una próxima entrada, permiten evitar las oscilaciones y  posibilitan el alargamiento de la vida útil de los puentes colgantes mediante la sustitución paulatina de los elementos defectuosos. Con ellos, Arnodin dio paso en el continente europeo a una nueva generación de puentes tras los agotamientos, en ocasiones dramáticos, de los construidos por los hermanos Seguin a partir de la segunda década del siglo XIX.

Describe Arnodin el funcionamiento del puente transbordador, como el de un pequeño ferrocarril conformado por un chasis o bastidor que se desliza sobre los carriles instalados en las vigas horizontales elevadas y del que cuelga una barquilla al nivel de los muelles. Admite que el movimiento puede ser producido por medio de un motor que utilice la energía del vapor, del gas, del aire comprimido o incluso por un motor eléctrico, recomendable cuando el suministro lo haga posible. El tiempo de cruce puede ser de un minuto en pasos de hasta 400 m.

«Châssis mobile» o bastidor sobre carriles propuesto por Arnodin / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo.

«Châssis mobile» o bastidor sobre carriles propuesto por Arnodin / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo.

Contempla la posibilidad de que el transbordador pueda transportar trenes, dando así solución de continuidad a los trazados ferroviarios; y ya anticipa la paulatina incorporación del automóvil.

El tablero del puente, en principio, no debe ser accesible al público, por lo que su estructura debe reducirse a los elementos estrictamente imprescindibles para sustentar de modo rígido los carriles y a posibilitar mediante dos mínimas pasarelas el acceso del personal de engrase y mantenimiento. Las torres o pilonos, pueden ser de madera, metal o mampostería, siendo las metálicas las preferibles por muchas razones, especialmente por su mínima resistencia al viento, su economía, y porque se prestan “a los motivos arquitectónicos decorativos” una razón importante en lugares habitados y concurridos, Y añade que: “Constituirá en sí mismo un monumento notable, que enmarcará con elegancia los muelles y el puerto; su originalidad, así como la audacia de sus líneas, lo convertirán en un objeto de atracción para los paseantes.” Sin hacerlo de un modo expreso, Arnodin está aquí poniendo sobre el papel la relevancia del aspecto estético en las obras de ingeniería, y se vislumbran referencias al excelente prototipo construido del Puente Vizcaya entre Portugalete y Las Arenas. Y continúa escribiendo:

En este sentido, la lámina 1, al principio de este volumen, prevé un restaurante o una sala de recreo a media altura de los pilones, siguiendo el ejemplo de la Torre Eiffel.

El acceso a este mirador se realizaría mediante escaleras y ascensores que continuarían hasta el piso superior, en el que las pasarelas de servicio se transformarían en paseos de uso público y desde los que los aficionados al panorama disfrutarían de una magnífica vista del puerto y los muelles.

Además del fin utilitario para el que se construyó el transbordador, también sería atractivo y agradable.

«Type de pyônes pour pont a une voie et a travées multiples» / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo

«Type de pylônes pour pont a une voie et a travées multiples» / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo

La lámina 1 a la que hace referencia en los párrafos anteriores es la publicada en la entrada anterior. Es sabido que durante la construcción del Puente Vizcaya se produjeron fuertes disensiones entre Arnodin, de Palacio y los accionistas del puente Vizcaya, por motivos ingenieriles, pero también a causa de la pretensión de incorporar locales de hostelería y vistas panorámicas para el público. Ahora, la visión empresarial del ingeniero francés, retoma esta posibilidad en su “Notice” como argumento de venta y de rentabilidad de la inversión.

Se plantea también la posibilidad de construir puentes de doble anchura para el movimiento simultáneo de dos barquillas. Y de lograr cubrir grandes luces mediante la incorporación de torres intermedias. Y de dotar de mayor entidad arquitectónica al puente mediante la erección de torres de mampostería, un hecho frecuente en los grandes puentes urbanos centroeuropeos en las últimas décadas del XIX. En este caso, el puente colgante se sustituía por una viga de celosía, con la lógica limitación en las luces a cubrir así como de las dificultades para su construcción sobre el río a altura considerable.

Finaliza el apartado haciendo un resumen de las ventajas de todo tipo que ofrece la solución del puente transbordador para cruzar la mayoría de los pasos marítimos.

«Types de pylônes pour pont a deux voies et a travées multiples» / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo.

«Types de pylônes pour pont a deux voies et a travées multiples» / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo.

«Type de pont a transbordeur avec poutres rigides et piliers en maçonerie» / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo.

«Type de pont a transbordeur avec poutres rigides et piliers en maçonnerie» / «NOTICE SUR LE PONT A TRANSBORDEÜR…» Colección Joaquín Cárcamo.

ARCHIVO

2024/01/11 Vendiendo puentes transbordadores. 130 años de la «Notice» de Arnodin, 1894-2024 (I)

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