Existen muchas formas de degradar el patrimonio en general y en concreto el patrimonio de la ingeniería. Por supuesto, la demolición o el abandono son situaciones extremas, pero otros modos más sutiles, menos identificables por la ciudadanía, contribuyen a la banalización del patrimonio construido. Lo sucedido con las farolas del puente de La Merced de Bilbao es realmente triste. Me lo recuerda una noticia de prensa: Un argentino revela la verdad detrás de la leyenda del puente de La Merced en Bilbao.

Ya he hablado anteriormente del puente de La Merced y de sus farolas, pero la terca realidad se obstina en traer una y otra vez a mi mesa de lectura la indeseada noticia que desearía no volver a leer o escuchar nunca más.

Situación del puente de La Merced, entre el Casco Viejo y el barrio de San Francisco, en Bilbao. / Google Maps, 2025.

Situación del puente de La Merced, entre el Casco Viejo y el barrio de San Francisco, en Bilbao. / Google Maps, 2025.

El anterior puente de La Merced fue dinamitado (como todos los de la ciudad) el 19 de junio de 1937 para proteger la retirada ordenada del ejército de la República ante el avance de las tropas franquistas.  Tras la finalización de la Guerra Civil en Bilbao, se inició su reconstrucción a cargo de un equipo de cuatro ingenieros de caminos y cuatro arquitectos relevantes, dirigidos por José Entrecanales Ibarra. El puente, al igual que los otros tres puentes reconstruidos por el mismo equipo de la Oficina de Puentes Fijos, tuvo desde los primeros bocetos hasta la realidad final construida una concepción integral. Tan importantes fueron las decisiones sobre la cimentación o la elección del tipo, como el diseño estricto de los aparatos de apoyo. Tanta relevancia tuvieron las decisiones sobre la solución de la ejecución mediante autocimbras metálicas (o armaduras rígidas) como los detalles constructivos de las barandillas o las farolas de iluminación.

Es decir, la voluntad clara expresada en el proyecto y durante la ejecución por los ocho técnicos y, sin duda, por José Entrecanales como director fue la de construir una pieza de ingeniería integral. El puente fue inaugurado el 19 de junio de 1938.

Diversas circunstancias, unas impuestas por la naturaleza y otras debidas a decisiones humanas, acabaron dotando al puente en años recientes de unas farolas ajenas radicalmente a las concebidas por los diseñadores del puente. Unos apósitos degradantes que han privado de identidad, de integridad y de autenticidad a un puente que es fruto de un momento único: el de los años 30 del pasado siglo y las vanguardias europeas de los primeros CIAM.

Farola actual del puente de La Merced, Bilbao / Foto: Joaquín Cárcamo Martínez. Febrero de 2025.

Farola actual del puente de La Merced, Bilbao / Foto: Joaquín Cárcamo Martínez. Febrero de 2025.

Por si todo esto no fuera ya suficiente, a alguien se le ocurrió la idea de lanzar un absurdo mensaje a las redes y a los medios de comunicación (e imprimirlo y distribuirlo) sobre una pretendida leyenda y una presunta antigüedad de las actuales farolas del puente, fundidas en tiempos recientes con modelos del siglo XIX. A la degradación de la obra original de 1937 se le añadió el escarnio de una interpretación absurda difundida a los cuatro vientos para consumo de autóctonos y foráneos.

Algunas obras de ingeniería acaban convirtiéndose, además de ser los objetos útiles que por su naturaleza son, en elementos significativos y valiosos de la creación humana, en realidades portadoras de valores singulares, en referencias de nuestra propia memoria vital; en definitiva, en patrimonio. Ni los ingenieros de caminos y los arquitectos que hace 88 años imaginaron y construyeron el puente de La Merced, ni todos los ciudadanos que lo paseamos y contemplamos merecemos este desprecio. La obra pública, como cualquier creación humana, puede poseer en ocasiones valores patrimoniales. El puente de la Merced los tuvo (los tiene aún, aunque menoscabados) y no parece demasiado exigir que cesen los burdos absurdos y degradantes y que se restituyan al puente los elementos que le fueron arrebatados. Dejen de una vez en paz a las usurpadoras farolas del puente de La Merced.

Farola actual del puente de La Merced, Detalle. Bilbao / Foto: Joaquín Cárcamo Martínez. Febrero de 2025.

Farola actual del puente de La Merced, Detalle. Bilbao / Foto: Joaquín Cárcamo Martínez. Febrero de 2025.

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